Cuando era pequeña, pasábamos algunos domingos en la casa de campo de mis abuelos. Cuando venían mis primos de fuera, nos salíamos a explorar y nos metíamos, imprudentes, en un coto vedado de caza. Allí nadie cazaba, o al menos teníamos la suerte de que no lo hicieran mientras invadíamos el terreno. El caso es… Read More
↧